Recientemente la revista Producción Animal tuvo la oportunidad de conversar con la Dra. Olga Averkieva, Business Development Manager Mycotoxin Management de NUTRIAD, para repasar las conclusiones más importantes del estudio anual sobre presencia de micotoxinas en la cosecha de maíz.

Recientemente la revista Producción Animal tuvo la oportunidad de conversar con la Dra. Olga Averkieva, Business Development Manager Mycotoxin Management de NUTRIAD, para repasar las conclusiones más importantes del estudio anual sobre presencia de micotoxinas en la cosecha de maíz.

 

Producción Animal: Cada año NUTRIAD realiza un interesante estudio sobre la presencia de micotoxinas en las cosechas europeas de maíz. ¿Qué conclusiones han extraído del último estudio realizado?

Dra. Olga Averkieva

Dra. Olga Averkieva

Dra. Olga Averkieva: La encuesta de micotoxinas NUTRIAD 2016 concluyó que la cosecha 2016 de maíz en España, y en el resto de Europa, fue de calidad media (> límites de cuantificación (LOQ)), pero inferior a los niveles recomendados por la UE) en términos de contaminación por micotoxinas. Estos resultados son similares a los obtenidos en 2015. Deoxinivalenol (DON) y fumonisinas fueron los más prevalentes, destacando los niveles de DON que fueron relativamente altos. Las muestras positivas para zearalenona contenían niveles altos de esa micotoxina estrogénica, sin embargo su prevalencia fue baja. De acuerdo con los resultados de nuestra encuesta realizada inmediatamente después de la cosecha de 2016, concluimos que la cosecha de maíz de este año en España no debería considerarse segura para su inclusión en las raciones de pienso para cualquiera de las especies y deberíamos establecer un grado de vigilancia prudente. Esta estimación ha sido confirmada por los muestreos rutinarios realizados, en pienso terminado, para el control de  micotoxinas. Es frecuente encontrar micotoxinas DON, zearalenona, fumonisinas y toxinas T/HT-2 en piensos producidos en España.

P. A.: ¿Qué efectos tienen estas micotoxinas sobre los animales?

O. A.: La contaminación con tricotecenos (DON y toxinas T/ HT-2) se asocia, normalmente, con trastornos digestivos si las micotoxinas están presentes en niveles altos. Niveles bajos de tricotecenos dan lugar a alteraciones en la respuesta del sistema inmunológico y predisponen a las enfermedades gastrointestinales debido a su efecto negativo sobre la integridad intestinal. También hay evidencias claras de efectos negativos de las fumonisinas sobre el sistema inmune y la resistencia del huésped a las enfermedades gastrointestinales y respiratorias. La micotoxina zearalenona, por sí sola, probablemente no afecta mucho al crecimiento o la inmunidad, pero en animales reproductores puede causar serias pérdidas económicas debido a sus efectos estrogénicos.

P. A.: ¿Cuál cree que puede ser la evolución del problema de las micotoxinas en el corto plazo?

O. A.: Las micotoxinas siempre serán un problema. Muchas personas hablan sobre el aumento del riesgo de micotoxinas experimentado en las últimas décadas a causa del calentamiento global, pero mi opinión es que esto se debe más a la creciente concienciación de los productores sobre los efectos perjudiciales de las micotoxinas y la mejora de los métodos analíticos. En NUTRIAD observamos una fluctuación bastante alta de la contaminación por micotoxinas en los piensos, dependiendo del año, para cada zona climática. Confío en que la estimación temprana de la contaminación por micotoxinas en la nueva cosecha (maíz, trigo y cebada) en las principales regiones productoras de grano pueda darnos una imagen muy ajustada del riesgo real de micotoxinas durante todo el año.

P. A.: ¿Cuáles son las claves para realizar un buen muestreo de materias primas?  

O. A.: A diferencia de las proteínas o el contenido de humedad en el maíz o el trigo, las micotoxinas no están presentes en cada grano. En casos extremos, las micotoxinas pueden estar presentes sólo en unas plantas de un cultivo. Esto significa que algunos granos pueden contener altos niveles de toxina, mientras que otros no contienen ninguna toxina. Esto se debe al hecho de que los hongos no crecen uniformemente a lo largo de un cultivo o un silo de grano. Por lo tanto, las micotoxinas tienden a concentrarse en ciertos puntos, llamados puntos calientes o “hot-spots”, mientras que el resto del lote puede estar libre de toxinas. Sin embargo, cuanto mayor es el grado de contaminación, mayor es la probabilidad de una distribución uniforme. Por el contrario, cuando la concentración global de una toxina en una gran cantidad de grano es baja, la distribución desigual se acentúa.

Un buen análisis debe determinar con precisión la contaminación promedio de todo el lote. Si no se siguen los procedimientos de muestreo adecuados, es probable que los resultados analíticos subestimen la concentración real de micotoxinas (si sólo se muestrean las zonas menos contaminadas o no contaminadas) o la sobreestimen (si las muestras se toman de los puntos calientes).

Los falsos negativos son muy comunes en las pruebas de micotoxinas, debido, en gran parte, al muestreo inadecuado y una mala preparación de la muestra. Cuando se toman pocas muestras o la muestra del lote total es demasiado pequeña, es mucho más probable perder que encontrar uno de los granos contaminados. Este tipo de resultado también es común cuando la muestra entera se divide o se fragmenta antes de la molienda. El número de falsos negativos puede oscilar entre el 5%, que es lo normal, ¡hasta el 90%! Por otro lado, los falsos positivos suelen reflejar una respuesta superior a la representativa. Este tipo de resultado no es tan común como un falso negativo. Sin embargo, tanto los falsos negativos como los falsos positivos son perjudiciales ya que pueden causar pérdidas económicas considerables. Por lo tanto, es crucial obtener una muestra suficientemente representativa y realizar varias pruebas para un mismo lote.

P. A.: ¿Qué protocolos recomendaría en el caso de las fábricas de pienso para minimizar el problema de las micotoxinas? 

O. A.: El papel más importante de las fábricas de piensos es mantener los niveles de micotoxinas lo más bajos posible, evitando la contaminación por múltiples micotoxinas. La mayoría de las micotoxinas pueden coexistir, lo que provoca que en cualquier producto pueda haber presencia de numerosas micotoxinas al mismo tiempo. La mejor forma práctica de comprobar y controlar los niveles de micotoxinas en materias primas, que aún no están almacenadas en silos, es el uso de kit de prueba rápida. Una vez que se conocen los niveles de micotoxinas, cada fábrica de piensos puede estimar la calidad de sus materias primas afectadas y aplicar eficazmente y con mayor precisión (ajuste de la dosis) el desactivador de micotoxinas durante el proceso de producción de los piensos.

Otra estrategia para la gestión del riesgo de micotoxinas es determinar la presencia de micotoxinas en los piensos terminados. Este método tiene ventajas e inconvenientes. La ventaja más importante es que al comprobar la mezcla final, es más probable que las micotoxinas de las materias primas individuales se identifiquen, a diferencia de los kits de prueba rápida, con los que se pueden perder algunas materias primas importantes cuya inclusión no es muy alta (5-10%), aunque estas micotoxinas todavía pueden causar una contaminación significativa del pienso terminado. La principal desventaja de analizar el alimento terminado es que suele hacerse por métodos HPLC o ELISA, que son métodos que requieren más tiempo, y en el momento en que se conocen los resultados el alimento habrá sido consumido ya por los animales.

Poco se puede hacer frente a la contaminación por el moho y la posterior producción de toxinas en el campo, antes de la cosecha. No obstante, un programa de inhibición del moho en línea con las condiciones de almacenamiento y la disponibilidad de nutrientes es clave para minimizar el crecimiento del moho después de la cosecha y la consecuente producción de micotoxinas. La contaminación por micotoxinas en el almacenamiento (ocratoxinas, aflatoxinas) puede prevenirse manteniendo, en los silos, la temperatura y el contenido de humedad bajos y aireando el grano regularmente. En el caso de que las condiciones de almacenamiento óptimas no puedan garantizarse se recomienda el uso de inhibidores de moho.

El último paso posible en el manejo de las micotoxinas es la aplicación de un desactivador de micotoxinas. Estos productos funcionan estrictamente in vivo y no contrarrestan ni enmascaran micotoxinas en los piensos almacenados o las materias primas. Estos productos desactivan las toxinas directamente en el tracto gastrointestinal de los animales, basándose en la adsorción de las micotoxinas por medio de grupos funcionales polares especialmente  localizados o bien en la degradación biológica (bioinactivación). Las líneas de productos UNIKE® Plus y TOXY-NIL® de NUTRIAD se componen de aditivos para piensos especialmente desarrollados que protegen a los animales de las micotoxina por adsorción y bioinactivación, protegiendo sus órganos vitales, estimulando el sistema inmune y el soporte del sistema antioxidante, constituyendo así una solución óptima para el manejo de micotoxinas en animales de granja. Se recomienda aplicar un desactivador de micotoxinas eficaz, lo que ofrece la oportunidad de mejorar significativamente la salud animal, el rendimiento y la productividad. Dependiendo del rendimiento objetivo, diferentes micotoxinas tendrán diferentes efectos sobre la productividad. Por lo tanto, el uso de diferentes productos para diferentes grupos de animales es la decisión más inteligente.

P. A.: ¿Y en las granjas? 

O. A.: A nivel de granja se pueden aplicar todas las etapas de la gestión de las micotoxinas mencionadas anteriormente. En realidad, uno de los pasos más importantes para el manejo de micotoxinas es la aplicación de un desactivador de micotoxinas en los piensos terminados de los animales.

P. A.: ¿Qué soluciones ofrece NUTRIAD en ambos casos?  

O. A.: Para el control del moho podemos utilizar productos como MOLD-NIL®, que está disponible en polvo o líquido. Como ya se ha mencionado anteriormente, las líneas de productos UNIKE® Plus y TOXY-NIL® de NUTRIAD representan aditivos para piensos especialmente desarrollados que protegen a los animales de las micotoxinas por adsorción y bioinactivación, protegiendo sus órganos vitales, estimulando el sistema inmune y el soporte del sistema antioxidante y por lo tanto representan una solución óptima para el manejo de micotoxinas en animales de producción.