Radka Borutova  HDVM, PhD, Bussiness Development Manager, Nutriad International, Bélgica

La ola de calor que sufrió Europa en Junio y primeros de Julio, batió todos los records de registros mensuales de los que se tenían referencia.

Un tiempo caluroso y seco se asocia con el aumento de producción de aflatoxina y fumonisinas por parte de los hongos de los géneros Aspergillus y Fusarium. El clima es, por lo tanto, el factor más determinante que condiciona para que las contaminaciones de aflatoxina y fumonisinas sean un problema o no.

El estudio de la cosecha 2015 de maíz incluyó 60 muestras diferentes de maíz recogidas por toda la geografía española. Más de 400 análisis realizados para determinar la incidencia de las 7 micotoxinas más comúnmente encontradas en esta materia prima utilizada para la alimentación animal. La encuesta, proporciona resultados de la incidencia de aflatoxinas (Afla), zearalenona (ZEN), deoxynivalenol (DON), toxina T-2, fumonisina B1 (FB1), fumonisinas B2 (FB2) y ochratoxina A (OTA) a lo largo de varias regiones de España. Las 60 muestras fueron recogidas directamente de fabricantes de piensos que acababan de recibir los primeros granos de maíz de la nueva cosecha, cuando la probabilidad de que micotoxinas más propias del almacenamiento como OTA, todavía no esté presente.

Los participantes siguieron los principios de un buen muestreo (Richard, 2000). El personal de laboratorio encargado de su procesado no estuvo envuelto en la toma de muestras, y por lo tanto no influyó en esta parte del proceso. Las 7 micotoxinas fueron analizadas por cromatografía líquida combinada con espectrofotometría de masas (LC MS/MS). Para la interpretación de los resultados, los niveles de detección estaban basados en los límites de cuantificación (LOQ) del método analítico para cada micotoxina: AfB1 < 0.5 μg/kg; ZEN < 10 μg/kg; DON < 75 μg/kg; FB1 < 125 μg/kg; FB2 < 50 μg/kg OTA < 1 μg/kg and T-2 toxina < 4 μg/kg.

Resultados

Los resultados de la encuesta muestran que un 55% de las muestras de maíz estaban contaminadas con DON y un 11% con AfB1. Solamente un 1,6% de las muestras contenían toxina T-2. La mayoría de las muestras de maíz estaban contaminadas con FB1 (90%) y FB2 (80%).

Muchas de las micotoxinas encontradas estaban en niveles medios (superiores al límite de detección pero por debajo de los límites recomendados por la UE) mientras que las mayores concentraciones de DON y FB1 alcanzaron 6500 μg/kg y 11500 μg/kg respectivamente.

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