El sacrificio de miles de terneros en Cartagena en 2021 abrió la puerta a una reforma de las normas comunitarias para este comercio que ahora enfrenta a España con otros países que piden su prohibición total

Este 2023 es un año clave en Europa para el sector ganadero de la Región de Murcia. Las instituciones europeas deben cerrar una nueva legislación sobre el transporte de animales vivos entre presiones de dos grupos de países enfrentados. Están los que quieren prohibir esta actividad por la falta de controles a la hora de exportar animales a terceros países, donde se acaba la vigilancia sobre el bienestar del ganado, y los que están dispuestos a endurecer las normas, como España, pero no a que se suprima el transporte de los animales vivos.

El sacrificio de 2.600 terneros en el puerto de Cartagena en 2021 abrió el debate en el continente sobre las condiciones en las que viajaban los animales en buques con dirección a países extracomunitarios. Las reses iban cargadas en dos barcos que intentaron vender los animales a distintos países del entorno del mar Mediterráneo, como Turquía o Libia, pero los impedimentos en el comercio a territorios de fuera de la Unión Europea y la amenaza, por entonces, de una enfermedad que afecta a los rumiantes echaron por tierra estas posibilidades.